Toni Nadal ha conseguido que su pupilo y sobrino –el orden no es aquí una cuestión menor– mantenga los pies en el suelo. Así le ha ayudado a escalar hasta el primer puesto del ranking mundial, a convertirse en un icono planetario, sin que Rafa haya perdido un ápice de humildad ni de capacidad de trabajo y sacrificio. Por eso Toni, el entrenador y tío, no pierde ocasión de recordar al propio tenista, y a todo aquél que quiera escucharle, que el deporte es una cuestión de rachas, de rivales y de imponderables como las lesiones.
“El próximo será un año muy duro”, advierte Toni Nadal, en una entrevista concedida a ‘Grada Norte’, antes de que Rafa haya siquiera asegurado su condición de número uno mundial. Y lo razona: “Hay jóvenes como Del Potro, que han dado el salto, y valores seguros como Djokovic, un gran jugador. Y está Federer, que no se ha ido. De hecho, dependiendo de los resultados, aún podría ser número uno al final de la temporada”.
El ascenso de Rafa Nadal a la cima del tenis no ha sido fácil. Lo sabe Toni mejor que nadie. “Por mucho que Rafa sea buena persona, que lo es, como jugador es mucho mejor. Estoy muy contento de que sea una persona correcta y buena, pero no diría que que es de las mejores personas del mundo. Como tenista, en cambio, sí es uno de los mejores”, explica el entrenador del fenómeno balear.
Toni antepone la condición de entrenador a la de familiar del campeón, por eso afirma que prioriza los éxitos deportivos a otras consideraciones. “Como entrenador prefiero que (Rafa) gane Roland Garros. El es, ante, todo, un jugador de tenis. Y si le dan el premio Príncipe de Asturias, es por su trabajo como tenista. Si además de ello reúne unos valores dentro y fuera de la pista que, si no modélicos, si al menos son los correctos, pues como parte de la familia me siento satisfecho”, afirma el técnico.
Toni Nadal rechazó, por otra parte, cualquier insinuación sobre los resultados de Rafa y el dopaje: “Yo sé que mi sobrino es incapaz de doparse. Estoy en contra de que se trate a los deportistas como delincuentes. Mi sobrino lleva quizá este año veinte controles. Me parece perfecto. Pero lo que no puede ser es que a final de temporada tenga que decir dónde está de vacaciones.
Me parece exagerado y, en cierto modo, anticonstitucional. Tanto por la privacidad de una persona como por su presunción de inocencia”. Y agregó: “Estoy muy tranquilo con Rafael. En su vida ha tomado nada y seguro que no lo hará. Al menos mientras alguien no se lo coloque en secreto en un vaso. No me cabrea demasiado eso, pero sí me molesta la actitud hipócrita de los políticos y de los medios de comunicación”.
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“El próximo será un año muy duro”, advierte Toni Nadal, en una entrevista concedida a ‘Grada Norte’, antes de que Rafa haya siquiera asegurado su condición de número uno mundial. Y lo razona: “Hay jóvenes como Del Potro, que han dado el salto, y valores seguros como Djokovic, un gran jugador. Y está Federer, que no se ha ido. De hecho, dependiendo de los resultados, aún podría ser número uno al final de la temporada”.
El ascenso de Rafa Nadal a la cima del tenis no ha sido fácil. Lo sabe Toni mejor que nadie. “Por mucho que Rafa sea buena persona, que lo es, como jugador es mucho mejor. Estoy muy contento de que sea una persona correcta y buena, pero no diría que que es de las mejores personas del mundo. Como tenista, en cambio, sí es uno de los mejores”, explica el entrenador del fenómeno balear.
Toni antepone la condición de entrenador a la de familiar del campeón, por eso afirma que prioriza los éxitos deportivos a otras consideraciones. “Como entrenador prefiero que (Rafa) gane Roland Garros. El es, ante, todo, un jugador de tenis. Y si le dan el premio Príncipe de Asturias, es por su trabajo como tenista. Si además de ello reúne unos valores dentro y fuera de la pista que, si no modélicos, si al menos son los correctos, pues como parte de la familia me siento satisfecho”, afirma el técnico.
Toni Nadal rechazó, por otra parte, cualquier insinuación sobre los resultados de Rafa y el dopaje: “Yo sé que mi sobrino es incapaz de doparse. Estoy en contra de que se trate a los deportistas como delincuentes. Mi sobrino lleva quizá este año veinte controles. Me parece perfecto. Pero lo que no puede ser es que a final de temporada tenga que decir dónde está de vacaciones.
Me parece exagerado y, en cierto modo, anticonstitucional. Tanto por la privacidad de una persona como por su presunción de inocencia”. Y agregó: “Estoy muy tranquilo con Rafael. En su vida ha tomado nada y seguro que no lo hará. Al menos mientras alguien no se lo coloque en secreto en un vaso. No me cabrea demasiado eso, pero sí me molesta la actitud hipócrita de los políticos y de los medios de comunicación”.
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