David Nalbandian dio a Argentina el primer punto de la final de la Copa Davis 2008 tras deshacerse con comodidad de David Ferrer en tres sets (6-3, 6-2 y 6-3). El español no tuvo la menor opción ante el despliegue de talento del jugador local, capaz de inventar golpes sencillamente imposibles. La fragilidad con el servicio de Ferrer hizo el resto en una derrota que empina el camino de España hacia la tercera Ensaladera.
Por desgracia para David Nalbandian (y por fortuna para los demás, empezando por Rafa Nadal), los años duran doce meses y no sólo tres. Si así fuera, el argentino no sería el undécimo tenista del mundo. Y, como todo parece indicar que los años seguirán durando lo mismo, nunca sabremos hasta dónde podría llegar el genio argentino.
Ocurre sistemáticamente, pero no por eso deja de sorprender: cuando la temporada enfila su recta final y la mayoría tira de reserva (los que aún la tienen), este tenista atípico, con esqueleto de tanque y hombros de pívot NBA, entra en erupción. Desde Estocolmo (a principios de octubre) ha ganado un torneo y ha hecho dos finales. Sólo falló en Madrid, ante Del Potro. Lo cual no suena muy tranquilizador que digamos.
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Por desgracia para David Nalbandian (y por fortuna para los demás, empezando por Rafa Nadal), los años duran doce meses y no sólo tres. Si así fuera, el argentino no sería el undécimo tenista del mundo. Y, como todo parece indicar que los años seguirán durando lo mismo, nunca sabremos hasta dónde podría llegar el genio argentino.
Ocurre sistemáticamente, pero no por eso deja de sorprender: cuando la temporada enfila su recta final y la mayoría tira de reserva (los que aún la tienen), este tenista atípico, con esqueleto de tanque y hombros de pívot NBA, entra en erupción. Desde Estocolmo (a principios de octubre) ha ganado un torneo y ha hecho dos finales. Sólo falló en Madrid, ante Del Potro. Lo cual no suena muy tranquilizador que digamos.
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